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CRÍTICAS

EXPOSICIÓN EN MADRID

Manuel Barahona, becado en sus estudios y perfeccionamientos y profesor de Bellas Artes, posee una técnica impresionista, pero sin exceso, por lo que su obra no descansa en el simple efecto, y, por otra parte, el realismo no olvida jamás la gracia de la composición.  Composición cuidada siempre, armonización de los colores al entorno, la estación, la hora del día, la intensidad de la luz, el discreto empaste son algunas de las notas sobresalientes de esta pintura, eminentemente andalucista, repetimos, pero no folklorista; rural pero no demagógica. Hay como un eco de los pintores regionalistas de principios de siglo, modernizado y con menos literatura, en estos cuadros. Un prurito de captar con un mínimo de pinceladas, el espejo tenue de las hojas del olvido, el retorcimiento de la cepa, la verde marea del sembrado, la textura de la tierra. Un noble empeño de rehabilitar la belleza del campo.

JAVIER RUBIO 

"ABC", Madrid