CRÍTICAS
BARAHONA Y ANDALUCIA, EXPOSICIÓN EN BARCELONA
Diría, y digo, que Manuel Barahona es uno de los intérpretes de Andalucía más importantes. Intérprete sincero. Hay quien la describe con maravillosa pluma y quien la canta con profundidad. Barahona la plasma, con hondura, a través de sus pinceles. Es la Andalucía auténtica una de las diversas Andalucías; la de los campos extensos, la del duro sol, la de los algodonales. Y en ellos, siempre, la figura humana, el hombre y la mujer, los campesinos. Trabajan la tierra y Barahona les capta sin folklorismos, sin gratuidades, limitándose a cumplir con su misión de pintor que es la de transmitirnos la realidad, interpretarla personalizándola. A través del manejo del color, de la luz, de la composición. Manuel Barahona es de los artistas que sabe marcar con un sello propio lo que hace.
En sus telas se siente el sol, la atmósfera se convierte en algo real. Y se trasluce, por encima de todo, un gran amor hacia su tierra. Cordobés, nacido en Puente Genil, nos relata su pasión por el maravilloso pedazo de tierra en la que le tocó nacer. Con una pincelada cuidada, nacida en un impresionismo muy trabajado y elaborado, Barahona convierte sus obras en mensaje diría que propagandístico de su Andalucía natal. Nos cuenta la cierta, la auténtica, la de los olivos altivos y los campesinos humanos. Y todo ello relatado con naturalidad, sin agobios, dedicando a cada tela el tiempo que precisa, ya que ésta es otra de las virtudes de Barahona, sus cuadros están creados, son completos no sobran pinceladas ni faltan, sabe concluirlos cuando ha llegado el momento preciso. En él todo es mesura y equilibrio.
El resultado de todas estas virtudes son unas obras atrayentes, intensas en calidad pictórica, que llegan fácilmente al espectador.
JUAN LLOP SELLARÉS
